lunes, 31 de octubre de 2016

Hoy hombres y mujeres que andan con nosotros el mismo camino se esfuerzan por conseguir una vida auténticamente cristiana, fieles al Evangelio de Jesús; hombres y mujeres que luchan por ser justos y pacificadores, pobres y compasivos, limpios de corazón y de corazón compasivo, según el espíritu de las bienaventuranzas.


Hoy hay santos que viven entre nosotros. Quizá nos cuesta descubrirlos. Pero ahí están. Lo que ocurre es que son silenciosos. Y por eso pasan desapercibidos entre nosotros, aunque nos crucemos con ellos en la tienda o en el mercado, en el trabajo o en el bar. Son los santos de hoy y de aquí que aún debemos descubrir.

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