lunes, 27 de junio de 2016

ORACION DE AZARIAS Iban ellos por entre las llamas alabando a Dios y bendiciendo al Señor.


Azarías, de pie en medio del fuego, tomó la palabra y oró así:

"Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres, digno de loor, y tu nombre sea glorificado eternamente.
Porque eres justo en todo lo que nos has hecho, todas tus obras son verdad, rectos todos tus caminos, verdad todos tus juicios.
Juicio fiel has hecho en todo lo que sobre nosotros has traído, y sobre la ciudad santa de nuestros padres, Jerusalén. Pues con verdad y justicia has provocado todo esto, por nuestros pecados.
Sí, pecamos, obramos inicuamente alejándonos de ti, sí, mucho en todo pecamos, no dimos oído a tus mandamientos, no los observamos, no cumplimos lo que se nos mandaba para nuestro bien.
Sí, todo lo que sobre nosotros has traído, todo lo que nos has hecho, con juicio fiel lo has hecho.
Nos has entregado en manos de nuestros enemigos, gentes sin ley, pésimos impíos, en manos de un rey injusto, el más perverso de la tierra toda.
Y hoy no podemos abrir nuestra boca, la vergüenza y el oprobio han alcanzado a los que te sirven y te adoran.
¡Oh, no nos abandones para siempre, —por amor de tu nombre— no repudies tu alianza, no nos retires tu misericordia, por Abraham tu amado, por Isaac tu siervo, por Israel tu santo, a quienes tú prometiste multiplicar su linaje como las estrellas del cielo y como la arena de la orilla del mar!
Señor, que somos más pequeños que todas las naciones, que hoy estamos humillados en toda la tierra, por causa de nuestros pecados; ya no hay, en esta hora, príncipe, profeta ni caudillo, holocausto, sacrificio, oblación ni incienso ni lugar donde ofrecerte las primicias, y hallar gracia a tus ojos. Mas con alma contrita y espíritu humillado te seamos aceptos, como con holocaustos de carneros y toros, y con millares de corderos pingües; tal sea hoy nuestro sacrificio ante ti, y te agrade que plenamente te sigamos, porque no hay confusión para los que en ti confian.
Y ahora te seguimos de todo corazón, te tememos y buscamos tu rostro. No nos dejes en la confusión, trátanos conforme a tu bondad y según la abundancia de tu misericordia.
Líbranos según tus maravillas, y da, Señor, gloria a tu nombre.
Sean confundidos los que a tus siervos hacen daño, queden cubiertos de vergüenza, privados de todo su poder, sea aplastada su fuerza.
Y sepan que tú eres el único Dios y Señor, glorioso por toda la tierra".

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